lunes, 30 de junio de 2008

EPIGRAMA (Ayer te ví en la calle...)


EPIGRAMA

Ayer te ví en la calle, Miriam, y

te vi tan bella, Miriam, que

(Cómo te explico qué bella te vi!)

ni tú, Miriam, te puedes ver tan bella ni

imaginar que puedas ser tan bella para mí.

Y tan bella te vi que me parece que

ninguna mujer es más bella que tú

ni ningún enamorado ve ninguna mujer

tan bella, Miriam, como yo te veo a tí

y ni tú misma, Miriam, eres quizás tan bella

porque no puede ser real tanta belleza!.

Que como yo te vi de bella ayer en la calle.

o como hoy me parece, Miriam, que te vi.

Tomado de Yarabeycuba.

domingo, 29 de junio de 2008

ACUARELA


En a media voz:

ACUARELA

Los ranchos dorados cercados de cardos;
chanchos en las calles;
una rueda de carreta
junto a un rancho, un excusado en el patio,
una muchacha llenando su tinaja,
y el Momotombo
azul, detrás de los alegres calzones colgados
amarillos, blancos, rosados.


Foto del volcán Momotombo, de Souer99.

A media voz...

En A media voz:


"...yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo."



"I and the Village"

Marc Chagall


Reseña biográfica

Poeta nicaraguense nacido en Granada en 1925.


Terminó el bachillerato con los Jesuitas y se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad Nacional Autónoma de México. En 1948 realizó estudios de Literatura Norteamericana en la Universidad de Columbia de Nueva York y un año después viajó por varios países de Europa.

De regreso a Nicaragua, en 1950, desarrolló una vasta actividad cultural como poeta, escultor y antólogo, participando además en la lucha contra la dictadura.


En 1957 ingresó al Monasterio Our Lady of Gethsemani, en Kentucky, EE.UU; dos años después al Monasterio Benedictino de Cuernavaca, México, y posteriormente al Seminario de La Ceja en Antioquia, Colombia, para ordenarse finalmente como sacerdote, en Managua, en el año de 1965.

Una vez derrocado Somoza, fue nombrado Ministro de Cultura por el Régimen Sandinista.

Parte de su obra está contenida en las siguientes publicaciones: "Epigramas" en 1961, "Oración por Marilyn Monroe y otros poemas" en 1965, "El estrecho dudoso" en 1966, "Salmos" en 1967, "Telescopio en la noche oscura" en 1983, "Quetzatcóatl" en 1985, "Cántico cósmico" en 1989, "Vida perdida" en 1999, "Telescopio en la noche oscura" en 2003 y "Vida perdida" en 2004.

lunes, 23 de junio de 2008

Telescopio en la noche oscura

por Ernesto Cardenal



Este poema fue publicado por Trotta en 1993. Acá me propongo enlazarlo e ilustrarlo.




Ernesto Cardenal es un poeta y sacerdote católico nicaragüense, que fundó una comunidad contemplativa en el Archipiélago de Solentiname, que por su participación activa en la lucha sandinista, fue destruida por el ejército de Somoza. Tras el triunfo de la revolución, Ernesto Cardenal pasó a ser ministro de Cultura. Tiene numerosas publicaciones y poemarios.


Pongo como abre bocas, el poema "Noche Oscura" de Juan de la Cruz, místico, poeta y fundador junto a Teresa de Jesús, en el siglo XVI de los carmelitas descalzos.






NOCHE OSCURA

1. En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada
¡Oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada.

2. A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

3. En la noche dichosa
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.

4. Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

5. ¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que el alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!



6. En mi pecho florido
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba

7. El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.

8. Quedeme y olvideme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejeme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado."







"TELESCOPIO EN LA NOCHE OSCURA


Amada y amado. La amada
mira desde la alcoba la luna que asciende.
Una motocicleta en la calle acelerándose.
El amado sin prisa por ir a la cama.


Yo nací para un amor extremista.
Tal vez por eso nos comprendemos.
¡Más extremista sos vos!
Y yo te conozco poco todavía.


La mejor garantía de que es cierto
y no invención mía
es que no me des goces.
Amado misterioso que no gozo
¡nada quiero sino estar contigo!





Te vas y volvés,
inconstante gurrión,
y otra vez te vas.


¿Qué gano que la luna sea bella
si estoy sin vos?
No quiero siquiera verla sobre el lago.
Para otros será ella.
Los rumores misteriosos de la noche.
Si son sin vos.


Un cruel vidrio invisible nos separa.
Infinito abismo entre los dos
y querer abrazarte.
Y tal vez abrazarte.
O creer abrazarte.





Este parque de Madrid... Mira tú
mi amante inmaterial los cuerpos que se besan.
Si vos me querés
y te quiero yo
¿qué es pues lo que no nos une
en el universo?
Como si estuviéramos en universos paralelos.


Si oyeran lo que te digo a veces
se escandalizarían. Que qué blasfemias.
Pero vos entendés mis razones.
Y además bromeo.
Y son cosas que los que se aman se dicen en la cama.


Yo pregunto
¿será normal que me ames tanto?





Yo pregunto
¿cómo será la belleza que tú amas?
¿cómo serán mis ojos que tu ves?
¿la cara que te encanta?


Yo tengo un amor secreto
que ninguno ve.
Tan secreto lo tenemos
que sólo a mí me ven.


Electricidad es una manera de hablar.
Lo igual se repele y lo opuesto se junta.
Como macho y hembra. Pero
positivo y negativo es una manera de hablar.
Yo te amo como opuesto,
y no es una manera de hablar.





El que todo en el universo es macho y hembra
(aun lo homosexual lo es a su manera)
el que todo es macho y hembra es para mí confirmación
de que el celibato es matrimonio.


Quien contiene en sí mismo la razón de su existencia,
causa de todo y no causado por nadie...
«Bueno, aquí con franqueza; ¿ese es tu amigo?».
Sí. Me imagino como dos que se apartan del grupo
y se pasan todo el paseo conversando a solas,
las olas reventando abajo, el agua atigrada,
la lenta puesta de sol sobre el Pacífico.

Sin una identidad especial
ni solicitud por los seres humanos,
leo en un científico.



Foto de edwindejongh.


Identidad, no lo sé;
pero cuida de cada uno de mis electrones.
Dentro de todos mis electrones está él.


No afectado para nada por la existencia del universo
según la Escolástica.
¿Verdad que no?


¿Qué pasa pues entre vos y yo?
¿Es tal vez que vos me querés
pero que no me quiero yo?
Que no me quiero yo puede ser
pero eso no impide nuestra unión
si vos sí me querés y te quiero yo.





Será infinito el que yo amo
pero sin sentirlo de infinitos amores
con amantes infinitos
sino mi amado es mío solamente.
Infinito es pero infinitamente mío.
En lo referente al amor Dios no es uno.
Hay infinitos Amados, uno para cada uno.
Yo lo sé. Yo tengo el mío.
Yo lo conozco, y él infinitamente
me conoce.


Cuando yo estaba enamorado de ella así era,
aquellas tardes en Tacubaya con un cigarrillo,
pensando en ella, ella en su Granada semi-iluminada,
yo sin otra realidad que mi cigarrillo
y las centellas de los tranvías en los cables eléctricos
entrecruzándose sobre las calles de Tacubaya





y las muchas luces de neón en la noche de México
que sólo daban más luz a mi separación.
No, el amor era irreal. No está bien la comparación.


Dicen que eres proceso y no persona.
Para mí, proceso o no proceso, es personal.
Cuándo caíste en mis redes no lo sé.
¿Desde que yo era un chavalo jugando beisból?
¿O desde el Pleistoceno, o más antes?
¿Fue gradual o súbito?
Tal vez tú me dices: desde siempre.


Me quitaste todo,
dáteme todo pues.




Me intriga qué sería lo que te gustó de mí.
Tal vez un alma de ojos tristes.
Y un sabor no probado por nadie todavía.

Pareciera ahora que no me quieres.
Peor aún, que ni siquiera existes.
Aunque no existieras yo te quiero
y podría quererte sin que me quieras.
Pero eres, y quiero al que me quiere.


Aunque tú no vengas conmigo esta noche
mi alma ha quedado abierta para ti.
Por si vinieras. Si tú no vienes
estará abierta de todas maneras para ti
y nadie más.





Si pudiéramos concebir el infinito
sabríamos cómo nos ama.
Pero como el infinito para nosotros es igual a 0
sentimos 0
(lo cual se alcanza en la más alta oración)
Mejor unido a ti a quien no siento,
a quien de veras del todo nada siento
que cualquier otro amor que sienta de veras.
Amado, los prados están en flor.
Feliz amor que me ha tocado, que es
¡ay! Amor = 0


Sentí ayer tu cara más dentro que mis ojos
y hoy a años luz de mí como en otra galaxia.
Las miradas tristes de Ernesto para ti
¿las has visto?
Yo, maestro en soledades.





Mercenario no soy en este amor.
Amor quiero yo, no sentimentalismos dulces.
Podría ser aridez solamente. (Yo lo aguanto.)
Si he sido íntimo de la tristeza tanto tiempo.


Si de nada,
si de no sentir nada se trata,
el mío es un perfecto amor.
Si de no sentir nada se trata.
Y en efecto se trata.


Amando al que tiene tanta belleza
que no la vemos.
La luz del rostro como si fuera ultra-violeta.





No permitas que yo lo quiera, que esto pase:
desearte y ya no poderte ver nunca más.
Tú perderás mucho también.
Pero de nosotros dos yo pierdo más que tú.


Le dijeron a Gioconda Belli en aquel bar
que ella podría entrenarme en erotismo
y dijo que me podría entrenar bastante.
Yo callé. Hoy pensé
que hay un erotismo sin los sentidos, para muy pocos,
en el que soy experto.


Hay un murmullo entre las hojas
-el otro arrullo no se oye-
como si fuera dentro de mí
esperando el tuyo.







El ir amándote mientras viva
sin esperar nada de ese amor
igual que si no existieras
y persistir no obstante el amor
¿no es esto, Amor, amor de veras?
Gime, gime, gime
gime gime gime gime gime
gemido repetido es el arrullo
si querés que vaya, iré,
si querés que vaya, iré.


Duro es,
pero no me quejo del amor incorporal
que me tocó en suerte.
Me querías sólo para vos.
Y ya más solo no puede ser.





Dulzura con que se aman
en los parques o cines o en alcobas,
y cómo será la de nosotros,
tanta que no la sienten los sentidos,
dulzura más allá de la dulzura ¡ay! más allá.


Cuando joven me sentía
campeón en capacidad de amar
-y en realidad lo era- ahora lo soy
en cuanto a soledad.


Quien fuera incansable en la espera
en el atrio de La Merced o en la esquina
podría esperarte la vida entera,
creador de aquella que yo quería.





El mar, la rosa, la mujer,
toda cosa nos habla de Dios.
Pero la mujer con bikini en el mar
también nos dice que no es Dios.
Todo ser es transparente, pero
la transparencia no es otra cosa
sino un no ser para que pase la luz.


Únete a mí aunque no te sienta, aunque
mi conciencia quede afuera con el frío.
Señor mío y Dios mío de mis frustraciones.
Al menos juguemos a que somos amantes.


Los que tenemos los brazos sin abrazos.
El ermitaño medieval que envidió un gallo.
Revolver un poquito de pelo tan siquiera,





roce de unos labios después, roce de un cutis,
amor como un maremoto del alto de las palmeras.
Mis condiscípulos se rieron
cuando grité al Padre Otaño venir a ver el fenómeno
de dos insectos pegados de la cola.
En otra etapa de mi vida
he envidiado no sólo a mi niñez perdida sino
a los insectos.


Amor, el de los dos, sin sexo
pero que es como si fuera sexo.
No fisiológico, ¡ay!, no corporal
pero del cual es imagen fugaz la cópula.


Como la pareja impaciente en el parque esperando la
noche.





Superintelecto del universo
te han llamado.
Yo simplemente te llamo:
mi amado.
Conmigo sí jugaste a los dados
y arriesgaste tanto
y muchas veces a punto de perder
y ganaste.
¿Pero los dados no estaban cargados?
Ciertas veces te extralimitaste
en cuanto a mi libre albedrío.
Era tanto tu amor
que lo violaste.


Un día te abrazaré fuera del tiempo
donde todo sucede al mismo tiempo.
Girando, girando sobre su eje,
girando, girando día y noche,





y hay día y noche por su girar.
De otros planetas no sabemos,
pero tú has hecho que en este nos durmamos,
y yo reclinado en tu pecho me he dormido
mientras suben y bajan los aviones.


Hoy no tuve ningún momento de oración.
¿Qué acaso eso es estar menos juntos?


No sé dónde acaba el follaje real
y dónde empieza el follaje del agua.
Estos paisajes con agua
donde el agua todo lo refleja
y que tanto nos encantan
son el reflejo de tu rostro
por lo que nos encantan tanto.





Esa unión misteriosa en automóvil
por calles de Managua, carreteras,
que es tan tierna, y que nadie nota.


Libre albedrío en todas las galaxias.
Terror del universo el libre albedrío.
Poder perderte, amor mío, si yo quiero.


En la hamaca sentí que me decías
no te escogí porque fueras santo
o con madera de futuro santo
santos he tenido demasiados
te escogí para variar.


Y yo que había sido tan enamorado.
¿Tuviste celos?





La dulzura de ciertas palabras como
«nosotros dos».
Deambulo solitario entre los besos.
De mis soledades vengo
no vuelva a mis soledades.
Sentí que la eternidad
será estar juntos los dos.
Dios me quiere como si yo fuera Dios.
Alguna vez yo seré experto en amores
en tu cama, entre las sábanas.
Sexo de Dios.


El que amó más de todos sus compañeros,
el que amó más en toda su generación,
amando ahora un tal ser trascendente,
como decir un tipo no existente.
En qué has venido a parar, Ernesto.





Tú podrías inspirar mejor poesía si quisieras
en versos que circularán tal vez en toda
Hispanoamérica
y despertarán tal vez en otros que lo lean
un amor mayor que el que pudo tener por ti el poeta.


«No entiende cómo entiende» dice Santa Teresa.
Si es oración o no es oración qué importa.
Simplemente mi alma está acostada boca arriba
esperando que te eches sobre mí.


Amar a un amor que no envejezca
y amarlo sin que envejezca yo.
Bellísimo lo visible, ya lo sé,
pero más bellísimo lo invisible
no se ¡coño! de qué otra manera llamarlo
a eso, eso que es donde haces el amor.





Mi consuelo es recordar lo que me hiciste aquel 2 de
junio.
Ahora estás tan lejos de mí como Ileana ¿te acuerdas?
Y la galaxia de Andrómeda.
Cuando Ileana estaba más lejos de mí en la calle
Candelaria
Que la galaxia de Andrómeda.
Mi consuelo es recordar lo que me hiciste aquel 2 de
Junio
hace 37 años.


Entras otra vez como música, como luz,
música sin ondas acústicas, luz sin fotones.
Caricia sin el tacto, sólo la pura caricia.
El que inventó el sexo
¿no sabrá amar?





La alegría de estar enamorado
¿cómo la describiré?
Es no tener ya un corazón solo,
aquella habitación deshabitada,
ahora ocupada por quien uno ama.
Es que quien era uno ya son dos.


El infinito y yo,
bastante tiempo ya de estar juntos,
y de tenernos confianza ¿no?
Cuando aun decir yo te quiero sale sobrando.
Son muchas las palabras y dicen poco.
Mejor el silencio. El mirarte del alma muda
los ojos húmedos como los de un perro.





La verdad es
que yo fui el de la primera iniciativa.
No que yo te amara primero, sino
que aún sin amarte siquiera, de tan derrotado
el 2 de junio declaré mi rendición incondicional.
De ahí fue todo.


«Oración de quietud», después de «unión»...
Santa Teresa tiene el Vademécum.
Rompé conmigo tus esquemas.
Aunque tengamos una relación clandestina, ilícita.


Estamos los dos solos
en mi casita blanca frente al lago.





Delante del follaje verdeoscuro
el vuelo de la garza es muy blanco
pero sale de la isla y entra en el sol
y no se ve.
Estamos solos los dos
aunque sólo a uno se ve.


Efímero era, superefímero
aquello que yo renuncié,
pero no fue por lo no-efímero
¿querés que te sea sincero?
sino que fue por lo que no es.
Pero, pero
prefiero este llorar tu ausencia, y
tu no estar, tu – yo no sé – tu no ser.
Sin ser yo un gran gustador de ausencias
¿querés que te sea sincero?
ninguna presencia es mejor.





Anoche soñé con un coito, un sueño realista,
hiperrealista.
Me martirizás con la carne
para que te quiera más
mas no carnalmente.


Aquel mediodía del 2 de junio del 56
cuando entraste dentro de mí y me hablaste
y yo no estaba enamorado todavía.


El río de un verde casi negro
menos donde el cielo se refleja
pero se refleja en un espacio negro.
No con esto estoy en comunión.
Amado, hagamos el amor.
No sé qué entienden por “dar gloria a Dios”. Sí el amor.





Para mi la gloria es
tener a Dios en mi cama o en la hamaca.
Gocémonos.
Los alcaravanes van volando.
Gocémonos, amado.


Estás más cerca de mí que yo mismo.
Por eso pues parecés tan lejos.
Imagino que me tendrás mucha lástima.
Cómo será aquél día cuando dirás Ernesto.


Celos ya no tengás.
No me engañarán más
espejos de belleza física.





Mi felicidad fue poca. La soledad es total.
Yo quien un día fui tan romántico enamorado:
abrazar sin brazos, amar sin emociones.
Dulce sería llorar pero es retórico.
Tal vez te gustó lo romántico y enamorado.
De entre cien mil me escogiste.
Atrás quedaron los epigramas y las muchachas.


Yo he sido capado,
no en las cárceles de Somoza
sino por el Reino (Mt 19,12).


Joaquín Pasos en aquel bar
después de estar en un cuarto con su mujercita,
a Juan Aburto:
«Poeta, Dios está en el coño de las mujeres».
Está en todas partes dice el catecismo.
Pero no está lo mismo en todas partes.”





Y:
Eunucos. Por amor al Reino de los Cielos.
No es broma tampoco.


Átomos míos,
que son míos sólo brevemente,
porque después vendrán otros,
díganle a mi amado que seré suya
cuando esté de todo átomo desnudada.


Por amor al Reino de los Cielos.
Orígenes lo hizo literalmente.





A veces sin amor, las más veces, o así parece,
o el amor solitario de mi mismo, el pobre yo,
en un universo pululante de tanto otro. O tal vez
no, no el amor solo de mi sólo, sino sutilmente,
que ni se siente, otro, tan cerca de mi como yo.


Tomarse con los brazos el uno al otro,
dándose cada uno a los brazos del otro.
Qué diferente sentirse dentro de uno
que sentirse uno solo dentro de uno,
es decir, vacío.
¿Será que es soledad tu abrazo
Y tus besos sólo sed?
Me parece oírte que de mi no te sacias nunca.
Yo que fui antes buen catador de amarguras.





Me eriza pensar
cómo será que dices
cuando dices mi nombre.


Y lo que vos me proponés para después.


Aquella noche en la Isla Vancouver
abrí la ventanilla del motel
y al ver las estrellas
casi lloré.
Eran tantas esa noche
Y me besabas con todas ellas.





Te enamoraste de mí.
“Llámesele Dios si uno quiere”
Dice un libro científico.
No me importa si así te llamo
o no te llamo
pero te amo.
Que aunque no me amaras yo te amo.


Suspirar muy hondo
y volver a suspirar.
Pensar:
¡Que yo te oyera suspirar!


Yo he sido muy ardiente.
La historia de mi vida ha sido una historia de amor.
¿De amor? ¡De soledad!
De soledad y amor.





De soledad
Sexualmente
muy ardiente.


He aquí que tu amada está desnuda.
¿Se pondrá la túnica otra vez?


O como olvidado de la creación
para estar conmigo. Para jugar.
Sobrevolaba el amazonas, el laberinto de aguas,
ríos bifurcándose hasta el horizonte. Borges
no estuvo aquí pero lo vería en sus noches
insomnes y ciego.





La avioneta debajo de las nubes, casi tocando los ríos.
Yo sin sentirte creador de todo esto.
Te tendría miedo. Te siento
alguien pegado a mí, de igual a igual.
Para amarme debes ser de mi tamaño.
Con diferencia abismal
¿cómo podría quererte?


Tiempo, yo te odio. Aunque sin ti no existiera.
Y por tu pasar moriré aunque por tu pasar nací.
Como San Francisco de Borja yo quiero ahora
amar a alguien a quien no toque el tiempo
y que alquilemos un cuarto donde la noche no pase
ni se apaguen uno a uno los anuncios de neón.





Suponiendo millones de planetas con conciencia
en millones de galaxias, como es lo correcto,
me sorprende que teniendo en todos tantos amores
tengás esta relación tan especial conmigo, como
por ejemplo en el aeropuerto de Denver al cambiar avión
yo aparentemente solo en el barullo de pasajeros:
estábamos sentados juntos como dos novios.


Yo que he tenido la mala suerte
De que Dios se enamorara de mí.
He quedado fuera del juego erótico.
Otros en esos juegos se reirán de mí.
Cuando mi amor en Granada
ilimitado ¿estabas celoso?
Mis deseos sexuales han sido y son
tan sólo analogías de mi amor a vos.
Creo que te agradan mis deseos sexuales.





Si como algunos piensan hay infinitos universos
¿habrá infinitos Dios, uno para cada universo?
¿o uno solo infinito para los infinitos universos?
Me da igual. Yo he hecho un lecho entre las flores
más allá de las ecuaciones y matemáticas.
Yo misma soy el lecho.


No sería creyente si no fuera
porque ya probé tu placer.
Quien inventara el placer sexual,
ese mismo nada menos.
¿Has venido otra vez a atormentarme,
a excitar mis deseos?
Si entraras.
No sólo pecho contra pecho,
como lo has hecho, sino también entraras.
No es lo mismo estar juntos que ser el mismo.





“No tengo otro” le he dicho
y repetido muchas veces.
Y oí que me decía dentro de mí
no con palabras propiamente
o sí con palabras confusamente
pero precisas, decía dentro de mí
o desde el fondo del universo:
“Y yo no tengo otro más que tú”.


No siento escrúpulo por no poder orar.
Juntos el infinito y yo, yo
sin sentir lo más mínimo.
Igualito que si Dios no existiera.
Simplemente nada. ¿Cabe con respecto al infinito
intimidad mayor?





Nuestras relaciones…
Esta simbiosis que somos.
Vos sabés lo que buscaba:
belleza que no engorde,
amor que no se aburguese.
Por otra parte voz:
querías tener amor con alguien
por lo que fui hecho.
Yo no hice nada para enamorarte.
Todavía chorrean sangre
mis renuncias.


¡Poder conformarme con belleza natural
y no buscarte más a ti, el inmaterial;
belleza natural; si incluso la mujer desnuda
me saciara, y yo ya no fuera tras de ti inconsolablemente!





Y Merton: su última advertencia
en el Guest House antes de admitirme en el claustro:
“La vida del monje es
un semi éxtasis y cuarenta años de aridez”
No me dio miedo.


Cuando aquel medio día del 2 de junio, un sábado,
Somoza García pasó como rayo por la Avenida Roosevelt
sonando todas las bocinas para espantar el tráfico,
en ese mismo instante, igual que su triunfante caravana
así triunfal tú entraste de pronto dentro de mí
y mi almita indefensa queriendo tapar sus vergüenzas.





Fue casi una violación,
pero consentida,
no podía ser de otro modo,
y aquella invasión de placer
hasta casi morir,
y decir: ya no más
que me matás.
Tanto placer que produce tanto dolor.
Como una especie de penetración.


Oro árida oración
en el hotel en que me metieron
entre rascacielos de vidrio
cuadrangulares moles escalonadas
reflejando el crepúsculo en los cristales
o reflejados otros rascacielos de cristal
con el cielo también tras ellos reflejado
pero más brillantes que el cielo los rascacielos





con sus vidrios negros luminosos
y ya algunos encendidos dentro,
reflejando otros vidrios de enfrente negros y brillantes
y los encendidos,
reflejo de reflejos estas moles
y en esta oración nada oro, nada
de palabras, ideas ni emociones,
su única razón:
que te eleve esta oración en la fría simetría
de nadas sobre nadas reflejando nadas
en 50 St. & Park Ave."

Oración por Marilyn Monroe






por Ernesto Cardenal


Tomado de La Ventana, luego enlazado e ilustrado.



Oración por Marilyn Monroe

Señor, recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de Marilyn Monroe, aunque ése no era su verdadero nombre (pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los 9 años y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar), y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje, sin su Agente de Prensa, sin fotógrafos y sin firmar autógrafos, sola como un astronauta frente a la noche espacial.

Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia (según cuenta el Times)
ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también algo más que eso...

Las cabezas son los admiradores, es claro (la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox.
El templo -de mármol y oro- es el templo de su cuerpo
en el que está el hijo de Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de la 20th Century-Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.



Señor en este mundo contaminado de pecados y de radiactividad,
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda
que como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos,
el de nuestras propias vidas, y era un script absurdo.

Perdónala, Señor, y perdónanos a nosotros por nuestra 20th Century
por esa Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado.
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
Para la tristeza de no ser santos
se le recomendó el Psicoanálisis.
Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
y el odio al maquillaje insistiendo en maquillarse en cada escena
y cómo se fue haciendo mayor el horror y mayor la impuntualidad a los estudios.
Como toda empleadita de tienda soñó ser estrella de cine.
Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y archiva.

Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
que cuando se abren los ojos
se descubre que fue bajo reflectores
¡y se apagan los reflectores!
Y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)
mientras el Director se aleja con su libreta
porque la escena ya fue tomada.
O como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en Río
la recepción en la mansión del Duque y la Duquesa de Windsor
vistos en la salita del apartamento miserable.


La película terminó sin el beso final.
La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.
Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.
Fue
como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga
y oye tan solo la voz de un disco que le dice: Wrong Number
O como alguien que herido por los gangsters
alarga la mano a un teléfono desconectado.

Señor:
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar
y no llamó (y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de los Ángeles)
¡contesta Tú al teléfono!

Bienvenido a la Nicaragua libre, gracias a Dios y a la revolución...

Foto de gunnisal.


Por Ernesto Cardenal, tomado de La Ventana, luego enlazado e ilustrado.


Bienvenido a la Nicaragua libre, gracias a Dios y a la revolución...



...decía una gran manta en el aeropuerto cuando llegó el Papa. Si Juan Pablo II la leyó, ella le habrá dado más disgusto del que ya llevaba dentro. Analistas religiosos en España observaron que estuvo muy efusivo y cariñoso en toda su gira por Centroamérica, acarició a los niños, saludó a un jovencito o alguna jovencita y algún lisiado, pero no estuvo así en Nicaragua, sino que allí se mantuvo muy serio y muy rígido, sin ninguna espontaneidad afectiva, ningún gesto que no fuera controlado. Y eso que fue antes del bochorno que iba a acontecer durante la misa campal en la plaza.

De las primeras cosas del Papa cuando pisó suelo nicaragüense fue la humillación pública que me hizo en el aeropuerto enfrente de todas las cámaras de televisión. Aunque no me cogió de sorpresa porque estaba preparado para ello.

El Nuncio ya me había advertido que eso podía pasar. El Papa no quería que ninguno de los sacerdotes en el gobierno estuviera recibiéndolo en el aeropuerto. Pero sólo a mí se aplicaba eso. El padre Escoto, que era el canciller, tenía que estar en una reunión de cancilleres en Nueva Delhi. Fernando mi hermano, que después fue Ministro de Educación, no lo era entonces, sino que era un dirigente de la Juventud Sandinista. El padre Parrales, otro de los del gobierno, tenía un cargo diplomático en Washington. Sólo yo, como miembro del gabinete, debía estar presente en el recibimiento. Les dije a los de la Dirección Nacional que no tenía ningún interés de estar allí, y que mejor me negociaran por cualquier otra cosa.


Porque para la venida del Papa todo era negociación. Quién subiría a la escalerilla del avión para bajar con Su Santidad. Si se quitaba el mural de los fundadores del Frente Sandinista que iba a quedar encima de la cabeza del Papa (no se quitó). Hasta lo más nimio se discutía. Porque parece que cuando viaja un Pontífice nada es nimio. Y en cuanto a mí, la Dirección Nacional no cedió. Dijeron que debía estar allí, porque además de ser un miembro del gabinete era una gloria nacional.

Se amenazó con que en ese caso el Papa no vendría a Nicaragua. Pero hacía poco el presidente Reagan había visitado todos los países de Centroamérica salteándose Nicaragua, y para el Papa era muy feo repetir lo mismo. Al final el gobierno propuso una solución: el Papa pasaría saludando de lejos a los ministros, y así no tendría que encontrarse conmigo. El cardenal Silvestrini, que era el segundo de la Secretaría de Estado, en la que el cardenal Casaroli era el Secretario, vino una semana antes para afinar los últimos detalles, y dijo que ésa era una solución genial, y que así se haría. Pero el Papa lo dispuso de otro modo.

Después de todos los saludos de protocolo, incluyendo los de la guardia de honor y la bandera, el Papa le preguntó a Daniel que lo llevaba del brazo si podía saludar también a los ministros, y naturalmente le dijo que sí; y se dirigió a nosotros. Flanqueado por Daniel y el cardenal Casaroli fue dando la mano a los ministros, y cuando se acercó donde mí yo hice lo que en ese caso había previsto hacer, alertado ya por el Nuncio: y fue quitarme reverentemente la boina, y doblar la rodilla para besarle el anillo. No permitió él que se lo besara, y blandiendo el dedo como si fuera un bastón me dijo en tono de reproche: «Usted debe regularizar su situación». Como no contesté nada, volvió a repetir la brusca admonición. Mientras enfocaban todas las cámaras del mundo.


Un periodista del Atlantic Monthly escribió que yo le conté que mi mamá, dolida por el incidente, me había dicho: «Yo creía que te trataría como un padre», y yo le contesté: «Me trató como un padre, pero no como una madre». Francamente no me acuerdo de eso.

Me parece que todo esto fue bien premeditado por el Papa. Y que las cámaras de televisión estaban sobre aviso. El hecho es que esta imagen fue difundida por el mundo entero, y lo sigue siendo todavía: ahorita mismo, 29 años después, me informan que la han vuelto a sacar con motivo de unos recientes viajes del Papa. En aquella ocasión el norteamericano Blase Bonpane escribió una carta abierta al Papa diciéndole que era un escándalo lo que había hecho conmigo, y que me debía pedir perdón públicamente. Y le reclamó el que al mismo tiempo que a mí me hubiera hecho ese rechazo en Nicaragua, en El Salvador se hubiera abrazado con el asesino de monseñor Romero.

En realidad era injusta la reprimenda del Papa, porque yo tenía regularizada mi situación con la Iglesia. Los sacerdotes con cargos en el gobierno los teníamos con autorización de los obispos, y ellos habían hecho pública esa autorización. (Hasta después fue que el Vaticano nos prohibió tener esos cargos).

Y la verdad es que lo que más disgustaba al Papa de la revolución de Nicaragua es que fuera una revolución que no perseguía a la Iglesia. Él hubiera querido un régimen como el de Polonia, que era anticatólico en un país mayoritariamente católico, y por lo tanto impopular. Lo que menos quería era una revolución apoyada masivamente por los cristianos como la nuestra, en un país cristiano, y por lo tanto una revolución muy popular. ¡Y lo peor de todo para él es que fuera una revolución con sacerdotes!


No era así la posición del cardenal Casaroli, el Secretario de Estado. Yo había sido recibido por él en el Vaticano, tal vez como un año antes. Su ornamentado despacho estaba exactamente debajo del despacho del Papa, en un piso más abajo. Comenzó diciéndome que yo sabía la posición del Vaticano con respecto a los sacerdotes en puestos de gobierno; pero que él creía que Nicaragua podía ser una excepción, porque era una cosa nueva; él solía decir en el Vaticano: «En Nicaragua todo es nuevo». Me preguntó por Solentiname, y cuando le dije que deseaba renunciar para volver allí, vi la preocupación en su rostro. Me dijo que una decisión de esa clase no debía hacerse con ligereza; debía ser pensada bien, y consultada. Vi que le impresionó, y como que era algo en lo que no había reparado mucho, cuando le dije que los cargos de los sacerdotes en la revolución no eran meramente honoríficos, sino de los más fundamentales en una revolución. El de canciller era el ministerio más importante en un gobierno, como era el suyo de Secretario de Estado. A Fernando le habían encomendado la formación de la juventud, que era el futuro de la revolución. El de Cultura era el ministerio ideológico de la revolución: encargado de las publicaciones, literatura, cine, teatro, artes plásticas, música, bibliotecas, casas de cultura. Y me volvió a decir que mi ida a Solentiname debía ser antes bien meditada. También a él lo que más le gustaba era dar clases de filosofía, pero debía renunciar a eso por el trabajo que le había tocado hacer en el Vaticano. Me dijo que al marxismo lo conocía bien, porque había sido nuncio en los países socialistas por 8 años, y que él no tendría objeción a un marxismo que no exigiera tener que se ateo, y le dije que ése era el marxismo de la revolución de Nicaragua.

La noche antes de la gran misa del Papa en Managua, en la misma plaza, y mientras se hacían en ella los últimos arreglos de la misa, gobierno y pueblo celebraron juntos los funerales de 17 muchachos de colegio que habían sido matados por la contra. Fue éste el primer ataque fuerte de la contra en Nicaragua; todavía no se había conformado el ejército y la defensa la hacían los jóvenes, que no tenían mucha experiencia militar ni buenas armas (cuando los atacaron ni siquiera habían colocado postas). La sangre estaba fresca en ese lugar, y se esperaba allí del Papa al menos una palabra a favor de la paz.

En los otros países de Centroamérica que visitó el Papa la concurrencia fue de 75.000 a 100.000 personas ¡pero en Managua fueron 700.000! Habían viajado días para ver y escuchar al Papa. Vinieron de cada rincón del país en camiones repletos. Toda Managua estaba llena de esos camiones transportando gente. Las masas estaban desde muy temprano en la mañana aguantando el sol abrasador de todo el día. Se había decretado día feriado para la venida del Papa y se dispuso transporte gratis en todo el país, hasta desde los sitios más remotos.



En todas partes se hicieron comisiones con la autoridad civil, la autoridad militar y el cura del lugar, para facilitar el viaje a todo el que quisiera ir a Managua, y para dar el transporte más cómodo a las personas de más edad o con algún impedimento; lo que costó más de 50,000 dólares a la empobrecida Nicaragua. El gobierno hizo todo lo posible para que la plaza de Managua, en la misa del Papa, se llenara de gente; porque llenarse de gente sería llenarse de revolucionarios.

Así fue que en la plaza hubo 700.000 personas. Nicaragua tenía entonces 3 millones de habitantes, y eso quería decir que una cuarta parte de la población estaba allí presente. También la derecha acarreó por su parte lo más que pudo de gente, y éstos fueron unas 50.000 personas lideradas por el padre Carballo, que entraron a la plaza desde la noche antes y ocuparon los lugares de adelante. Nos extrañó que el Papa en su discurso en el aeropuerto hablara de aquellos impedidos de llegar a su encuentro como hubieran querido. Lo que repitió varias veces durante la misa. Y ponía un énfasis perverso en cada sílaba, para que se entendiera bien que eran muchos a los que no se les había permitido llegar. ¿Acaso podían haber llegado más de las 700.000 personas? Y como los discursos los traía escritos, y habían sido hechos en Roma ¿cómo es que ya sabían desde antes que eran muchos a los que les impidió llegar?

El sudor nos empapaba a todos al comenzar la tarde de aquel 4 de marzo de 1983, pues marzo es uno de los dos meses más calientes de Nicaragua, y la temperatura puede haber sido de 40 grados: pero nadie sospechaba que los ánimos se iban a caldear mucho más que esos 40 grados durante la misa del Papa. Sorpresivamente la misa comenzó con una alocución del arzobispo Obando. Tanto que se esforzó la revolución en colmar esa plaza de gente, y fue para que a esa gente le hablara ahora el archienemigo de la revolución. En todas las negociaciones previas, en las que hasta lo más nimio se discutió, no se había contemplado que monseñor Obando hablara. Y Obando dio la bienvenida al Papa comparando su llegada a Nicaragua a la visita que una vez Juan XXIII había hecho a una cárcel de Roma. Me chocó esa comparación de Nicaragua con una cárcel, pero más me chocó el aplauso de toda la plaza. ¿Era que el pueblo se había volteado contra nosotros?


Las lecturas de la misa no fueron inocentes. Se veía que habían sido escogidas exprofesamente contra los sandinistas. Del Antiguo Testamento fue leído lo de la Torre de Babel: los hombres que se quisieron igualar a Dios. Del Nuevo, lo del Buen Pastor: solamente Cristo lo es; los otros son ladrones y salteadores. El tema de la homilía papal fue el de la unidad de la Iglesia, lo que quería decir un ataque a la llamada «Iglesia popular», o también «Iglesia paralela»: los cristianos revolucionarios a los que se acusaba de querer destruir esa unidad.

Fernando y yo estábamos sentados juntos en la tribuna del gobierno, y poco antes de que empezara la misa lo llamó Daniel Ortega. Era para que les dijera a un grupito de teólogos que estaban listos a asesorar en caso de una emergencia, que no había nada que temer, que habían leído la homilía del Papa y que no sería conflictiva. Pero resulta que no parecía conflictiva para quien la leyera rápidamente, pero sí lo era pronunciada por el Papa. La agresividad no estaba en las palabras sino en el tono acusatorio en que eran dichas y aun gritadas a veces. Una cosa era pasar los ojos por un texto al parecer inocuo, y otra oírlo vociferado por el Papa.

Era evidente que el Papa odiaba la revolución sandinista, y había llegado a Nicaragua a pelear. Lo desconcertante era que en cada final de frase la plaza estallaba en aplausos y en vivas al Papa. Hubo un momento que pensé que la revolución se venía abajo. Me dije que de seguir eso así, a todos los de esa tribuna del gobierno nos iba a tocar hacer maletas esa tarde. Pero entonces es que cesaron los grandes aplausos; los que aplaudían ya eran sólo los 50,000 que había acarreado el padre Carballo, y el resto de la plaza comenzó a protestarle al Papa. Después me enteré que la orientación de la revolución en todo el país había sido de no decir ninguna consigna política, tan sólo gritar vivas al Papa y aplaudir lo que dijera. Se pensaba que lo que diría sería de carácter pastoral; eso había asegurado repetidas veces el Vaticano.




Si uno ve los videos de la misa puede comprobar que hubo un cambio progresivo en la gran mayoría de la plaza, dejando de aplaudir primero, y protestando más y más después, conforme se van dando cuenta que el Papa al hablar de la Iglesia está hablando contra la revolución y contra los cristianos y los sacerdotes de la revolución. Y que por lo tanto no fue como muchos dijeron después, un ataque al Papa hecho premeditadamente por la revolución; sino que el Papa atacó primero a la revolución, el pueblo se mantuvo confuso y dudoso como veinte minutos, y después reaccionó contra el Papa.

Repetidas veces el Papa había dicho que Nicaragua era su «segunda Polonia». Y ése fue un gran error, porque Nicaragua no era Polonia. Él creía que había un régimen impopular, rechazado por la gran mayoría cristiana, y que su presencia beligerante provocaría una sublevación del pueblo contra los comandantes de la Dirección Nacional y la Junta de Gobierno que estarían presentes en la plaza. Que bastaba que él hablara contra la revolución sandinista, y tendría el respaldo masivo de esa plaza. Y el Papa llegó a Nicaragua a desestabilizar la revolución. Si el Papa no hubiera estado equivocado, la noticia mundial ese día habría sido que el pueblo de Nicaragua rechazaba la revolución. Y ciertamente ése hubiera sido el derrumbe de la revolución sandinista, como yo lo llegué a temer esa tarde. Pero como el pueblo defendió su revolución y rechazó al Papa, la noticia mundial fue «el agravio que se hizo al Papa en Nicaragua». El pueblo le faltó el respeto al Papa, es verdad, pero es que antes el Papa le había faltado el respeto al pueblo.

Primero las madres de los 17 muchachos muertos comenzaron a pedirle al Papa una oración por sus hijos, y él no les hizo caso. Y después se acercaron al altar, y empezaron a pedirlo a gritos. Otros pedían una oración por la paz, y después eran muchos gritando «¡Queremos la paz!», lo que hizo que el Papa respondiera a la multitud gritando: «La primera que quiere la paz es la Iglesia»; y más tarde, porque las protestas del pueblo iban creciendo, cogió el micrófono y gritó a todo pulmón: «¡S i l e n c i o!». Lo que irritó más al pueblo, que no estaba acostumbrado a que sus dirigentes le gritaran jamás «¡Silencio!». A partir de entonces el irrespeto fue total. El Papa quería decir las palabras de la consagración, las del momento más solemne de la misa, y no podía por las consignas que la multitud gritaba: «¡Queremos la paz!», y después «¡Poder Popular!», y «¡No pasarán!». Había también vivas al Frente Sandinista, mientras los miles de la derecha que estaban en la parte delantera de la plaza lanzaban vivas al Papa. En uno de los videos se oye a una mujer que grita: «¡No es un Papa de los pobres. Miren cómo se viste!». Dos o tres veces más el Papa tuvo que volver a gritar silencio. Por primera vez en la historia moderna un Papa era humillado por la multitud. En los videos se le ve desconcertado por lo que está pasando, y varias veces da muestras de vacilación y que está a punto de dejar el altar. Al final de la misa, la bendición papal apenas la pudo hacer, después de iniciarla tres veces, ante una multitud que estaba cantando el himno del Frente Sandinista.




El Papa se fue directamente de la misa al aeropuerto, en un auto en el que lo acompañaba sólo el arzobispo Obando. Y en el trayecto ninguno de los dos se dijeron una palabra. Al que fue el chofer de ese vehículo, que era un oficial del Ministerio del Interior, se lo oí contar; que el Papa iba taciturno, y no habló ni comentó nada de lo que había pasado.

Ya en el aeropuerto el Papa quiso subir al avión sin ningún protocolo de despedida, pero lo detuvieron, y fue impedido de irse de esa manera.

El embajador de Nicaragua en el Vaticano, mi amigo Ricardo Peters, me contó que al acabar la misa se le acercó sombrío el cardenal Casaroli para preguntarle su opinión, y él le dijo: «El Papa vino a hacer un acto político a Nicaragua, y Su Eminencia vio el resultado». Casaroli pareció estar de acuerdo, porque dijo que verían cómo enmendaban eso en Roma. Pero era algo que no tuvo enmienda. El cardenal Casaroli había sido partidario de las buenas relaciones con Nicaragua, y a lo mejor le alegró lo que había pasado, porque eso le venía a dar la razón a él y demostraba que la política del Papa estaba equivocada. Pero lo que sucedió es que él fue destituido de su cargo de Secretario de Estado (el número 2 del Vaticano y a quien se consideraba un posible Papa) y enviado a una oscura parroquia de Italia; donde no sé si tendría la oportunidad de dar las clases de filosofía que amaba. Mientras Obando fue nombrado cardenal, y al regresar de Roma, antes de ser recibido en Nicaragua, se presentó ante los exilados nicaragüenses en Miami, que lo recibieron jubilosos.


Lo que dijo el Vaticano, lo que dijo la prensa capitalista del mundo entero, lo que dijeron muchos obispos, fue que el régimen marxista de Nicaragua había cometido un ultraje contra el Sumo Pontífice; se habló de sacrilegio y de profanación de la misa papal. Y en otras ciudades de Centroamérica que él visitó después se celebraron misas de desagravio. Fue un descrédito mundial para la revolución ciertamente. ¿Pero qué hubiera pasado si el pueblo ha seguido aplaudiendo? Me parece que fue una prueba de fuego que tuvo la revolución, y que salió triunfante. Porque era un pueblo mayoritariamente católico el que estaba allí presente, y ni todo el prestigio y poder espiritual del Papa de Roma pudo hacer que se volteara contra sus dirigentes, sino que se volteó contra el Papa.

En Estados Unidos, el periódico católico National Catholic Reporter escribió que en Managua el Papa se había negado a hablar de la paz como lo hizo en las otras naciones centroamericanas, y la multitud se le enfrentó como lo había hecho san Pablo con el primer Papa.

También hubo otros que señalaron que en las diferentes misas campales de Centroamérica el mensaje del Papa fue la paz, menos en Nicaragua, donde era más necesario porque estaba enfrentando una guerra. No habló de paz y no rezó por los caídos. Igualmente se señaló que en los países latinoamericanos donde había guerrillas el Papa siempre se dirigía a los guerrilleros exhortándolos a que depusieran las armas. Solamente no lo hizo en Nicaragua, que sufría una guerrilla financiada por Reagan, y era el único sitio donde su exhortación podría haber influido, porque cometían muchas atrocidades y crímenes invocando su nombre.


Unos meses después circuló por el mundo un documento secreto que parece que fue el que asesoró a Juan Pablo II sobre la situación política y eclesiástica para la visita que haría a Nicaragua. Teólogos españoles dijeron que la actitud del Papa parecía haberse atenido literalmente a las propuestas de este documento, y que aquí se encontraba la clave de la actuación del Papa en este país. La revista francesa Informaciones Católicas Internacionales comentó: «Parece más bien un informe hecho por el Consejo de Seguridad de Estados Unidos que un documento pastoral. Todo ahí se realiza en términos políticos y de relaciones de fuerza; no hay ningún vestigio de una preocupación pastoral o evangélica». Se descubrió también que el autor era el nicaragüense Humberto Belli, un fanático de derecha, que después del triunfo de la revolución dirigió la campaña ideológica del diario La Prensa en materia religiosa, colaboró estrechamente con monseñor Obando, y más tarde en Estados Unidos organizó una campaña de difamación de la revolución sandinista y de los sectores de la Iglesia que la apoyaban. Las tesis de Belli extraordinariamente sintetizadas por un equipo especializado norteamericano fueron dadas al Papa, con una estructura gramatical y sintáctica tomada del inglés, y con ella fueron elaborados los discursos que el Papa llevó a Nicaragua.

También hay algo que el Vaticano ha mantenido en secreto, y son muy pocos los que lo han sabido, y es que con la venida del Papa llegaron a Nicaragua como 20 chalecos antibalas; y le insistieron al Papa que usara uno durante su misa campal, aunque él no lo quiso usar. Y para mí éste es un dato muy revelador: indica que sabían que el Papa estaría incendiario en Nicaragua, que podría incluso hasta tumbar el gobierno, y por tanto podría ser víctima de un atentado.

El superior general de una orden religiosa muy vinculado al Vaticano reveló una vez en confidencia que el Papa Juan Pablo II era muy vengativo, y jamás olvidaba lo que se le había hecho en Nicaragua. Esto fue confirmado cuando años después Juan Pablo II regresó a Nicaragua a vengarse de los sandinistas, y no perdió oportunidad de humillar a los dirigentes que lo habían humillado, y que habían perdido el poder político tras una derrota electoral. Ello hizo que el National Catholic Reporter también escribiera esta vez que el Papa que había visitado una cárcel de Roma para perdonar al que había atentado contra su vida, no había sido capaz de perdonar a los sandinistas.



Esta segunda vez el Papa dijo en su misa campal que ahora sí habían podido llegar a expresar su fe ante él todos los que habían querido, sin que nadie se los impidiera: aunque el público que había en esa misa era una tercera parte del que hubo la primera vez. Se refirió a la Nicaragua de la vez anterior llamándole «la noche oscura», aunque aquella misa había sido a media tarde en pleno sol. Y es verdad que para muchos católicos cuando al final de la tarde se alejaban de la plaza cubierta de papeles, lo que cayeron fueron tinieblas; y vaciló la fe de muchos, y hubo otros que tal vez perdieron la fe.

Y tal vez quien mejor interpretó a la mayoría de los que colmaron la plaza fue un vendedor de maní que dijo: «El Papa no nos dijo nada, nos ha dejado un vaciíto».


Somos soldados derrotados de una causa invencible, la de la humanidad...


por Carlos Paul

Tomado de La Ventana, luego enlazado e ilustrado.




''Somos soldados derrotados, pero de una causa invencible, que es la causa de la humanidad", expresó el domingo anterior Ernesto Cardenal, en referencia a la actual situación política y social de los pueblos de América Latina, luego de leer algunos fragmentos de su poema Quetzalcóatl en la sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes de México.

De visita en la ciudad de México, el escritor de 77 años refrendó su apoyo al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y señaló que el nuevo Huitzilopochtli es George W. Bush, a quien acusó de estar llevando a su pueblo al abismo.


Cardenal comentó que por el momento no escribe poesía, pues ha estado más ocupado en sus memorias, las cuales narrará en tres volúmenes.

Hasta hoy, dijo, sólo dos han sido editados en Nicaragua y España con los títulos Vida perdida y La ínsula extraña. El tercero será La Revolución perdida. Los tres libros -anunció- ''serán publicados quizá dentro de un mes'' por el Fondo de Cultura Económica.

Luego de leer algunos fragmentos de Quetzalcóatl, poema en el que reflexiona sobre el Quetzalcóatl hombre libertador y subversivo y el Quetzalcóatl divinidad, ''texto que tiene como propósito intentar clarificar los mitos de esa deidad", Cardenal señaló que el carácter humanístico de este dios dual conserva ''vigencia, pues en un momento determinado él fue expulsado de algunas ciudades por oponerse a los sacrificios humanos, los cuales siguen existiendo, pero ahora el Huitzilopochtli principal es (George W.) Bush, quien está llevando a su pueblo al abismo".



El evangelio de la juventud

Al preguntársele cómo ve las opciones políticas y sociales en los pueblos de América Latina, luego de que la brecha entre pobres y ricos se ha acrecentado, Ernesto Cardenal explicó que la situación continúa como antes. ''Fidel Castro ha dicho que las mismas condiciones que había cuando ellos se sublevaron siguen existiendo, y eso es cierto.

Ahora somos soldados derrotados, pero de una causa invencible, que es la causa de la humanidad." Sin embargo, ''aunque las revoluciones fracasen se tienen que seguir haciendo, porque desde los profetas y la Biblia se viene anunciando la liberación del oprimido y todavía seguimos en esa lucha. Hoy tenemos una juventud que no había antes, el hecho de que 300 mil jóvenes se reúnan para protestar contra la globalización y el neoliberalismo es una especie de evangelio, cuando gritan: ¡Otro mundo es posible!"



Cardenal recordó que ''muchas veces es mejor hablar del Che Guevara que de Cristo, porque a éste lo acepta hasta un dictador como Pinochet o Somoza, pero al Che unos lo aceptan y otros no, porque se sabe que está con los pobres".

De igual manera refrendó su defensa del EZLN, ''la cual salió publicada en La Jornada como a los cuatro días de su levantamiento". Lo que escribí -manifestó el también sacerdote-, lo sigo sosteniendo.


''En la actualidad leo muy poca poesía latinoamericana'', concluyó el autor de Telescopio en la noche oscura, porque, ''en primer lugar estoy ocupado en otras cosas y, en segundo, porque me interesa poco lo que están escribiendo, no me gusta mucho, sería una mentira si dijera lo contrario. La poesía en lengua castellana no me interesa mucho. En la Nicaragua revolucionaria, cuando fui ministro de Cultura difundimos a poetas como Ezra Pound. En estos días -agregó- un periódico en Londres publicó que era extraño cómo un poeta tan difícil como Pound, al que generalmente sólo entienden los literatos, en Nicaragua lo entendieran los obreros, los campesinos, los soldados y policías."

Preguntas sobre Cuba...


Foto de fesign.



Por Ernesto Cardenal, tomado de La Ventana, luego enlazado e ilustrado.

¿Quién puede negar que en Cuba hay un gran número de presos sufriendo las condiciones carcelarias más rigurosas que existen hoy en el mundo? Para ellos no hay día ni noche, porque los tienen con los ojos vendados en completa tiniebla. También les han tapado los oídos, y los mantienen sumidos en perpetuo silencio.

Y están privados de toda sensación táctil, porque tienen las manos forradas con una especie de guantes. Son centenares de presos cuyos nombres no han sido dados a conocer, y no se sabe de qué se les acusa, y no han sido juzgados, y mucho menos condenados, y no tienen defensor, y están cumpliendo una sentencia infinita, porque no se le ha puesto término.


Estos son presos en Cuba que no están presos por Fidel Castro, sino son los presos del presidente Bush, en Guantánamo. Están en jaulas individuales, y vestidos con traje rojo que todos hemos visto, pero de ellos no se sabe más. Como son presos de Bush, y no de Fidel Castro, la prensa norteamericana no dice nada de ellos. Y yo pregunto si la Unión Europea habrá protestado por estos presos en Cuba. ¿Ha exigido perentoriamente a Estados Unidos que los ponga en libertad, como ha exigido a Cuba la libertad inmediata de 75 presos?


Otra pregunta que hago es si en Cuba se protege el terrorismo, y la contesto diciendo que claro que sí. En Cuba es protegido el terrorismo por el presidente Bush, mediante una ley llamada de Ajuste Cubano: una ley que no es cubana sino norteamericana, y es aplicada solamente a Cuba, y no a ningún otro país en el mundo. Según la ley, a quien llegue a Estados Unidos habiendo secuestrado un avión o una embarcación en Cuba, se le concede ipso facto derecho a residencia, y se le da trabajo inmediatamente. A los cubanos no les dan visa para entrar a Estados Unidos normalmente, pero si lo hacen de manera ilegal se les da ese premio. ¿No es esto promover el terrorismo en Cuba? Aunque no es Fidel el que lo promueve sino Bush.

Y al que llega de cualquier otra parte del mundo a vivir a Estados Unidos se le llama inmigrante, pero a los que llegan de Cuba de les llama exiliados. No existen inmigrantes cubanos en Estados Unidos. Si son de cualquier otra parte del mundo son inmigrantes, pero todos los cubanos en Estados Unidos son exiliados.




Una práctica muy común del poder norteamericano es falsear el lenguaje. Es falsificar las palabras, cambiando unos nombres por otros. De hecho esto es mentir descaradamente. Así por ejemplo, en vez de la palabra conquistar usan la palabra liberar. Ahora acaban de sacar una palabrita nueva para aplicarla a Cuba, y es la de «disidentes». De suyo el sentido de esta palabra es el de disentir, no estar de acuerdo, pensar de otro modo. Pero esta palabra la aplican a los que conspiran, promueven la subversión, y pretenden el derrocamiento del régimen cubano. «Promover la transición» es otra manera que tienen de decirlo. Yo pregunto: ¿Quién protesta cuando en cualquier otro país (que no sea Cuba) se encarcelan a los que quieren derrocar al régimen?

Leí recientemente una crítica que se hizo a Cuba porque dos senadores chilenos quisieron llegar en visita oficial para reunirse allí con «disidentes», y se les dijo que podían llegar como turistas, pero no en visita oficial con ese propósito. Y yo pregunto: ¿En Estados Unidos darían visa a alguien que la solicitara para reunirse con subversivos?


También he leído que a uno de estos 75 «disidentes» que están presos en Cuba el presidente Bush le escribió una carta felicitándolo por sus acciones heroicas. ¿No es esto una confirmación del delito de subversión imputado al reo cubano, cuando lo felicita el máximo enemigo de Cuba, ocupado como estaba en plena guerra de Irak? Otra cosa insólita en este caso fue que el presidente norteamericano le declarara al reo cubano que él y su esposa lo tenían presente en sus oraciones. «Laura y yo continuamos orando por usted», le dijo.

Yo me pregunto cómo se vería si Fidel Castro, a uno que estuviera preso en otro país por conspirar, le escribiera diciéndole que estaba orando por él: Mi comentario personal al menos es que, tratándose de oración, yo tendría más confianza en las oraciones de Fidel Castro que en las de Bush. En cuanto al problema ético de la pena de muerte, mi primera observación es la siguiente: Es cierto que en la Biblia está escrito el precepto NO MATARAS. Pero también es cierto que en el mismo libro de la Biblia en el que está ese precepto, se detalla cómo debe ser aplicada la muerte a aquel que hubiera quebrantado el precepto de no matar. Yo soy de los que están en contra de la pena de muerte, o mejor dicho soy de los que prefieren que no se aplique a nadie esa pena. Y Fidel es de los que así piensan, como lo dijo en su discurso del 25 de abril de este año, en el que explica las razones por las que, en forma excepcional, se había aplicado ahora en Cuba a tres personas.

Y otra pregunta mía es la siguiente: Si alguien (lo mismo un intelectual honesto que la Unión Europea) protesta por el ajusticiamiento de tres personas en Cuba que intentaban un secuestro ¿no debería protestar aún más por los 165 ajusticiamientos habidos en Texas mientras Bush era gobernador de ese estado. ¿Es ético que se proteste tan vehementemente cuando se trata de Cuba, y no se protesta nada cuando se trata de los Estados Unidos? Con el agravante para Estados Unidos de que los ajusticiados allí son en su gran mayoría negros, y en muchos casos son también menores de edad y enfermos mentales.


Hace pocos días vi en el periódico la noticia de la condena a muerte de seis personas en Guatemala, y fue una noticia pequeñita de 6 pulgadas en cuadro, y después de que apareciera esa noticia no he visto ninguna protesta en ese periódico ni en ningún otro. Y otra de mis preguntas es la siguiente: ¿Hasta qué punto es cierto que se está contra la pena de muerte cuando si se fusila a seis en Guatemala nadie dice nada, y si se fusila a tres en Cuba hay un escándalo mundial de increíbles proporciones? ¿Será que no es contra la pena de muerte que se moviliza la prensa mundial, sino contra Cuba y Fidel Castro? y los intelectuales, que como intelectuales debieran ser al menos algo inteligentes, no se han dado cuenta?

Según el informe de Amnistía Internacional las condenas a muerte el año pasado en el mundo fueron 1560. Ninguna de esas ejecuciones fue en Cuba ¿y cuántas protestas hubo por esas 1560 ejecuciones? Como ahora hubo tres en Cuba, ha habido esa avalancha de protesta. ¿Los intelectuales que fueron utilizados por la campaña anticubana no se han dado cuenta?

Las tres ejecuciones en Cuba y la puesta en prisión de 75 personas han ocurrido en circunstancia muy especiales, y los que son honestos no las pueden ignorar. Se trata de un país que está en pie de guerra, y ante el peligro de ser invadido. El gobierno de Bush, en el momento que se llevaba a cabo la guerra con Irak, ha declarado que Cuba estaba en la lista de objetivos militares susceptibles de invasión y de destrucción masiva. Y los cubanos anticastristas en Estados Unidos han lanzado la consigna de guerra «Irak hoy, Cuba mañana».


Fidel en un discurso explicó ampliamente al pueblo de Cuba y al mundo la situación de peligro por la que estaba atravesando Cuba, y cuáles eran las razones por las que se habían visto obligados a tomar unas medidas drásticas, como era el encarcelamiento de 75 conspiradores a sueldo de la representación diplomática de Estados Unidos en La Habana, y el ajusticiamiento de tres secuestradores que habían sido alentados por la ley que les da acogida en los Estados Unidos. Yo quise escuchar ese discurso en Managua, porque aún desconocía las razones por las que Cuba había recurrido a medidas tan drásticas, y no pude escucharlo, porque el discurso trasmitido vía satélite desde La Habana fue interferido.

¿Podemos dudar de qué gobierno es el que interfirió esa transmisión vía satélite? ¿Y no es condenable que a una persona a la que se está acusando mundialmente no se le permita su defensa en la radio internacional? Además de haber sido esto una violación al derecho de información que tenemos todos los pueblos de la tierra. Esto sólo debiera bastar para que aquellos que honestamente se pronunciaron contra Cuba se hubieran dado cuenta de que la opinión publica esta siendo manipulada, por los mismos que la han estado manipulando contra Cuba durante décadas. Esto no ha sido sino un engaño más. Fidel Castro en su discurso internacionalmente censurado explica que él no es partidario de la aplicación de la pena capital, y que desde hacia tres años en Cuba no se aplica, y que ahora esta vez la aplicaron por las amenazas de guerra que está teniendo Cuba.


Los mismos que condenan a Cuba por la falta de libertad de expresión son los que impidieron la difusión vía satélite de un discurso de un jefe de estado. Y los mismos que acusaban a Cuba de violación de los derechos humanos, eran los que estaban cometiendo en Irak en esos momentos la violación a los derechos humanos más grande que se ha visto en el mundo desde los tiempos de Hitler. Y los que condenaban a Cuba por tres fusilamientos estaban realizando en Bagdad una destrucción que no había tenido esa ciudad desde el siglo XIII, cuando la invasión de los mongoles. Y además declaraban que estaban dispuestos a hacer lo mismo en otros países, incluyendo Cuba.


Mis preguntas son sencillamente las de un lector de periódico.